Una vez que he decidido que me apetece contar algo en forma de cómic lo primero que hago es dejar la idea en barbecho al menos una semana. Creo que esto es fundamental. Hacer un cómic lleva mucho tiempo y es algo que implica mucho gasto emocional e intelectual. Me dan mucha pena los cómics que he dejado a medias por culpa de no tener verdadera pasión en terminarlos. Si en verdad estoy dispuesto a hacerlo es lo que pienso durante esa semana. Calibro mi capacidad como autor de cómics, sobre todo el tema de cuántas páginas soy capaz de hacer y cuánto tiempo tardaría en hacerlas. Al principio de la carrera de historietistas es muy fácil sobreestimar las propias fuerzas y embarcarse en proyectos demasiado ambiciosos. Por ejemplo, hace tres o cuatro años habría sido incapaz de terminas "Deportado 4443, sus tuits ilustrados" por falta de experiencia comiquera. Si al final me siento con fuerzas me acerco a mi papelería de confianza y compro un cuaderno (normalmente con las páginas en blanco) y un bolígrafo (foto#1)"
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Ioannes Ensis
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